DISCURSO DEL SECRETARIO GENERAL DON JOSE MIGUEL INSULZA EN LA
CEREMONIA DE
PREMIACIÓN
AL PERSONAL DE LA SECRETARÍA GENERAL
9 de septiembre de 2009
Muchas gracias, muy buenos días.
Quiero felicitar, en primer lugar, a todo el
Departamento de Recursos Humanos y al Departamento de Asuntos
Culturales por este excelente video, excelente porque, en realidad,
muestra más
que mil palabras las muchas cosas que hacemos y cosas que, a veces,
ni siquiera nosotros mismos conocemos.
Esta es una Organización cuya sede central está aquí en
Washington y, a veces, desde acá se pierden de vista las muchas
cosas que hacemos en tantos países de nuestra Organización. Yo me
alegro de que ahí se haya mostrado a la gente que se sacrifica
tremendamente, su ritmo de vida en nuestros programas de desminado;
a los que van a las observaciones electorales en los lugares más
remotos de los países a los que van, no van solamente a las
capitales, estamos en todas partes; a los que se preocupan del tema
de la droga; a las y los que atienden los tema de violencia contra
la mujer; a los que realizan tareas importantes para la paz de
nuestro hemisferio en distintos países hermanos, Guatemala, Belize,
Colombia, Ecuador, tantos otros lugares donde hacemos un trabajo
importante. Y también es importante porque estaban los usuarios,
la mucha gente que recibe los servicios de esta Organización. Ahí
estaban los rostros de las personas que vienen acá a denunciar
violaciones de sus derechos humanos; ahí estaba la gente que ha
sufrido problemas de discapacidad, incluso algunos ligados al gran
problema de las minas terrestres; ahí estaba la gente que
protagoniza las elecciones, trabajando precisamente para hacer que
sus países sean más democráticos, ahí estaban los jóvenes que
llenan este salón y otros salones de América, en nuestros modelos
de Asamblea General, etcétera. Podría seguir.
Me gustó mucho precisamente –y los quiero felicitar–
porque no solamente está el lado de la OEA que presta servicio,
sino también el lado de la mucha gente que llega a conocer la OEA.
Lo impresionante es los pocos recursos con que hacemos todas estas
cosas. La verdad es que si ustedes comparan el presupuesto en
todas sus formas –ordinario, extraordinario, donaciones, préstamos,
lo que se quiera– con los de otros organismos internacionales no
deja de impresionar que cada vez seamos más visibles y más
necesarios. Eso tiene solo una respuesta y esa respuesta es la que
hoy celebramos todos juntos, que es la gente que trabaja en la
OEA. La gente que trabaja en la OEA que, ciertamente, es nuestra
principal riqueza, nuestro principal recurso, es nuestra principal
herramienta de trabajo, trabajo que siempre es colectivo. Algunos
estuvieron ahí, otros están en otras partes.
Hoy día vamos a premiar a algunos como se lo merecen,
pero aquí no hay un trabajo individual, sino un trabajo colectivo.
Todos ustedes están representados en los que vimos en esta
pantalla. Todos ustedes están en el desminado, todos ustedes están
en los cerros, en la selva amazónica, todos ustedes están en las
observaciones electorales porque todos estamos trabajando juntos
por una misma causa. Esa causa, como he tratado de decirlo ahí, es
la causa de la democracia, la causa de la libertad, la causa de la
seguridad, la causa del desarrollo, la causa de la paz, de la
solución pacifica de los diferendos.
Tenemos muchos problemas en nuestra región todavía,
pero creo que vamos avanzando y lo único que queremos es que la OEA
sea realmente un elemento fundamental en ese avance en nuestra
región. Hemos tenido este año avances, retrocesos, problemas. Nos
alegramos mucho de nuestra Asamblea de San Pedro Sula por los
logros que alcanzamos ahí, los que alcanzamos en la Cumbre de las
Américas, que fueron impresionantes y que nos dan hoy día una
agenda de trabajo para el futuro. Sentimos mucho, sin embargo, que
un mes después, también en Honduras, se haya producido una ruptura
de la democracia que no se producía hacía mucho tiempo en nuestra
región. Todos sufrimos, nos preocupamos, miramos esos asuntos y
seguimos trabajando por el bien de la comunidad de las Américas.
Yo quiero felicitarlos, entonces. Quiero felicitar no
solamente a los que han organizado este acto, muy principalmente a
los que van a ser premiados hoy día, a los que van a recibir su
reconocimiento, pero sobre todo quiero felicitar a este gran
recurso, al principal recurso de nuestra Organización, que son los
hombres y mujeres que trabajan en ella.
Muchas gracias.
DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DEL PERSONAL DURANTE
LA CEREMONIA DE ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS
9 de septiembre de 2009
Señor José Miguel Insulza, Secretario General de la
Organización de los Estados Americanos,
Señor Ricardo Domínguez, Jefe de Gabinete del Secretario
General,
Señorita Sherry Tross, Jefa de Gabinete del Secretario General
Adjunto,
Queridos y respetados compañeros y compañeras,
Como Presidente de la Asociación del Personal, el
solo hecho de dirigirse a sus colegas en un día como hoy, es el
más alto honor que todo servidor civil internacional pudiera
desear y me siento muy honrado por la oportunidad.
Efectivamente, hoy 9 del 9 del 9, nos encontramos reunidos en
el Salón de las Américas, en el Salón que por casi 100 años se
han discutido temas en paz para la paz tal como está inscrito
en sus cuatro esquinas -- para rendir un merecido y justo
homenaje a nuestros compañeros, por los servicios que han
prestado a nuestros hermanos y hermanas de las Américas. Es un
día pues de reconocimiento, celebración, regocijo y de
reflexión.
Para todos los
aquí presentes y muy especialmente para los nuevos funcionarios
y aquellos que laboran en las Oficinas Nacionales e Institutos
Interamericanos déjenme decirles que tienen sobre sus hombros
la responsabilidad de continuar sirviendo, como lo han hecho
nuestros colegas que hoy se jubilan de nuestra institución, con
mucha LEALTAD, bastante ENTUSIASMO y total CONSAGRACIÓN para
lograr cumplir a cabalidad con los mandatos que los Estados
miembros nos encomiendan y que buscan construir un mundo mejor
donde exista plena protección de los derechos humanos, acceso a
la justicia, acceso a los servicios básicos y libertad e
igualdad.
Es menester
reconocer que requerimos de todo nuestro personal un alto nivel
de desempeño y no debemos olvidar que el personal de la OEA ha
llegado a ocupar cargos de embajadores, ministros de relaciones
exteriores y hasta presidente de su país.
Me complace
anunciar que en conversaciones sostenidas con la Presidenta y
delegaciones de la Comisión de Asuntos Administrativos y
Presupuestarios nos han indicado que quieren conocer la opinión
del personal en todos los temas que nos afecta y esperan que la
Administración comparta sus propuestas oportunamente. Eso
también es algo que como representantes del personal deseamos y
reitero nuestro más decidido compromiso de no escatimar
esfuerzos en la tarea de asegurar el respeto por los derechos
adquiridos y por el bienestar del personal.
Haciendo un poco
de historia, en 1956, en plena discusión de la aprobación del
Reglamento de la Unión Panamericana, hoy Secretaría General, el
Presidente de la Comisión de Reglamento dijo: “Tenemos todos
una misma inspiración: la de la justicia, de la garantía, de la
estabilidad del personal de la Unión Panamericana que por
tantos conceptos merece la más alta consideración. Es mi
convicción que el Estatuto del Personal incorporado al
Reglamento de la Unión Panamericana no puede dejar de ser una
expresión de la conciencia jurídica de los países americanos
acerca de este propósito de proteger los derechos del personal,
de establecer una relación laboral fundada en conceptos de
justicia social que practican nuestros países en su servicio
civil, en su legislación del empleado, en la jurisprudencia de
sus tribunales administrativos y judiciales. Creo por esto que
todo el empeño que se ponga en lograr fórmulas justas y claras,
justifica el tiempo y el esfuerzo que se le consagre”.
El Comité del Personal en su capacidad de cuerpo asesor del
Secretario General en temas del personal está dispuesto a
trabajar y de ser necesario proponer revisiones al Reglamento
del Personal con el propósito de tener un personal capacitado
para llevar a cabo las tareas que se le encomiende. Sin
eliminar los derechos adquiridos pero ofrecer replanteamientos
dentro de un marco compatible con las necesidades de la
Organización. Para empezar y después de siete años de su
implementación el personal con contratos continuos se podría
fusionar al Servicio de Carrera y así crear un nuevo Servicio
Civil, el cual podría ser la base de la planta de personal de
la OEA.
Aprovecho la oportunidad para expresar el respectivo
agradecimiento al Secretario General por haber llevado a cabo
el tercer concurso de los contratos continuos y a nombre del
personal solicito que los concursos se lleven a cabo de manera
continua, cada seis meses o sea en los meses de abril y octubre,
tal como se dispone en las Normas Generales de acuerdo a la
meta porcentual. Para aquellos compañeros que no pudieran ser
seleccionados en esta tercera ronda, les pido que participen
tan pronto se anuncie el concurso nuevamente.
Ustedes que me
conocen muy bien saben que me gusta atar los hechos del pasado
con eventos actuales y hoy no es una excepción porque aquellos
que no leen la historia tienden a cometer los mismos errores.
Hoy reconocemos y celebramos al personal sin cuyos esfuerzos
esta noble institución no podría cumplir con sus altos
objetivos. Terry Woods, un Presidente de la Asociación
fallecido en servicio---usó mucho la frase: ‘Peace and
Development are labor-intensive enterprises". La sinergía
personal-OEA es quizás después de la voluntad de nuestros
Estados el elemento más importante y vinculante para dar
cumplimiento con los principios y las metas de la Carta de la
OEA.
En más de una oportunidad altas autoridades de la OEA y jefes
de delegación han manifestado que el personal de la Secretaría
General es el activo más valioso de la OEA. Nuestro trabajo se
ve plasmado en los proyectos que van orientados a mejorar los
niveles de vida de nuestros hermanos y hermanas de las Américas
porque lo hacemos con devoción, eficiencia, entrega
desinteresada y muchas veces sacrificando nuestras propias
vidas, tal es el caso de aquellos colegas que acudieron al
llamado de los Estados miembros y fueron enviados en misiones
especiales de la OEA, como en Centroamérica y Suriname y hoy
tenemos a uno de estos colegas, Hilda Ruiz, que se jubila de la
Secretaría General, muchas gracias Hilda.
Felicito al Secretario General por haberle dado prioridad
inmediata al relanzamiento del sistema de evaluación del
personal en la Secretaría General y deseo reiterarle nuestro
apoyo incondicional para que funcione. El sistema de
evaluación es efectivo cuando todos nos comprometemos a
alcanzar los objetivos deseados y es pieza vital en un programa
de desarrollo de la carrera del personal. Miremos este sistema
como una herramienta para fomentar en el personal la excelencia
y calidad. Igualmente tenemos que considerarlo como fomentador
del crecimiento profesional y personal. No olvidemos que el
sistema de evaluación es un requisito para el concurso de los
contratos continuos y debemos de utilizarlo igualmente para la
promoción del personal, aumento de salarios, premios y
programas de entrenamiento.
Agradezco al Secretario General por haber logrado un aumento en
las cuotas al Fondo Regular para el año 2009, lo cual permitió
que los aumentos al costo de vida correspondiente sean
respetados y de esta manera mantenemos la paridad salarial de
las Naciones Unidas. Después de muchos años sentimos que se
está logrando una estabilidad laboral para todo el personal que
trabaja en la Secretaría General y vemos que el recorte del
personal no es la primera opción de la Secretaría General ante
un presupuesto sin crecimiento. Muchas gracias señor
Secretario General por haber mantenido su palabra de no ofrecer
recortes del personal de planta para el año 2010 y por
preservar la esencia de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos con respecto al trabajo. Sin embargo preocupa
a todo el personal que el Tribunal Administrativo, a 40 años de
funcionamiento, se vea afectado por el traslado del puesto de
Secretario del Tribunal a otra dependencia de la Secretaría
General, dejando al Tribunal desprovisto del funcionario que
debe responder exclusivamente al Tribunal.
Y para concluir esta breve intervención. Me voy a permitir
unas palabras de congratulación y agradecimiento, y en esto
creo expresar el sentimiento de todos aquí presentes, para
nuestros compañeros que se jubilan y de igual manera para
nuestros compañeros que se han retirado de nuestra institución.
Respetables compañeros les deseo éxito en sus actividades
futuras y les agradezco por vuestra entrega en cada una de las
tareas que se les encomendó, disfruten de los mejores años de
sus vidas y vivan siempre orgullosos de haber servido a esta
noble institución.
Muchas gracias.
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