Abril 2004 |
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EDITORIAL |
Amigos lectores a pesar de los días grises y las bajas temperaturas la primavera ha llegado. Con esto se cumple otro ciclo más del año y es la vegetación quien hace este anuncio a grandes voces. Ya el pasto se cubrió con su manto verde, los árboles anuncian tímidos sus colores y los bulbos nos ofrecen la exhuberancia propia de la primavera. Este renacer de la naturaleza nos contagia de alegría y de alguna manera queremos compartir esa felicidad. Para los artistas y aquellos que nos creemos artistas esta es una época maravillosa para apreciar la naturaleza. Pero aunque piense que no tiene esa vena artística lo invitamos a apreciar este espectáculo maravilloso. Los que tenemos el privilegio de vivir o trabajar en Washington, D.C., podemos regocijarnos diariamente del milagro que está ocurriendo a nuestro alrededor. Conservemos esta alegría y mantengamos nuestra salud, caminando y regocijándonos con este bello espectáculo. Gladys Berly |
ARTISTA INVITADO |
JORGE GONZALES CAMARENA.Jorge González Camarena nació en la ciudad mexicana de Guadalajara, el año 1908. Estudió artes visuales en la Academia de San Carlos, en la Ciudad de México, participando en el movimiento estudiantil opuesto a los métodos de enseñanza del siglo XIX, logrando llevar a Diego Rivera a la dirección de esa escuela. Fue asistente del Dr. Atl, colaborando con él en innumerables obras que el maestro realizaba en iglesias mexicanas. Se interesó por la escultura y el muralismo, aunque es más abundante su obra de caballete. Su obra La Patria, que se hizo muy conocida cuando fue seleccionada para formar la portada de los Libros de Texto Gratuito distribuidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México, fue originalmente un óleo sobre tela, de 120 x 160 centímetros, realizado en 1962.De ese año, y hasta 1972, esta obra ilustró más de 350 títulos de esos libros, imprimiéndose de ellos un total de 523 millones de ejemplares, entre materiales para profesores y alumnos. Posteriores publicaciones de la SEP –1992-, retomaron la obra de forma conmemorativa. Esta obra muestra una alegoría de La Patria, apoyada en la agricultura, la industria y la cultura (configuradas en las imágenes de un águila, una serpiente, la bandera nacional, un libro y diversos productos de la tierra y la industria). Estos atributos de la nacionalidad rodean a la propiamente dicha abstracción de la patria mexicana, encarnada en la figura de una mujer de rasgos indígenas, envuelta en una túnica blanca (demasiado clásica como para representar a los pueblos mexicanos), para la que se dice que modeló una tal Victoria Dorenlas. La exaltación de los valores de la cultura en esta pintura tienden definitivamente a la grandilocuencia, pero podemos asumir que fueron del gusto de las autoridades educativas de la época porque se inscribían con facilidad en los modelos nacionalistas que tanto prestigio internacional dieron, a mediados del siglo XX, a las artes plásticas mexicanas, en concordancia, claro, con el preciosismo fotográfico de los Álvarez Bravo y cinematográfico de Emilio, el “Indio” Fernández. Plásticamente, se trata de una obra de alcances moderados, si bien su valor actual radica principalmente en el terreno documental, toda vez que forma parte de la memoria educativa nacional.
Salvador Carreño Recopilado por Gabriel Gross |
LIBROS DE ARTE DE LA BIBLIOTECA COLON DE LA OEA |
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APUNTES DE ARTE |
MATERIALES PARA DISTINTAS TÉCNICAS La habilidad y el oficio de un buen Arte Aquellos que son devotos en el campo de la pintura creativa, no necesitan pruebas de la permanencia de un artista en la sociedad, sin embargo deben estar atentos de la permanencia o durabilidad de su obra de arte (físicamente). Nadie va a negar los derechos de los artistas; así como la necesidad de la completa libertad de expresión, lo cual es un principio fundamental en el desarrollo de las artes. Esto aunado a la correcta aplicación de las técnicas y materiales a emplear en lo que podria ser “una obra de arte”. Hace algunos meses apareció un artículo en una columna de arte de un periódico local, sobre los comentarios de un artista sobre su obra. Este decía que el pintar de la manera tradicional era tan canzador y aburrido, que el empleo de brochas y pinceles a él no le convencía, que en su lugar el prefería el empleo de un rollo engamuzado, para ahorrar tiempo sobre todo en obras de formato grande. Cuando se cansó de esta técnica empezó a aplicar modelos o patrones embadurnados y de formas repetidas, de manera también de ahorrar tiempo, con el consabido resultado de una obra cuya longevidad sería transitoria o por decirlo de otra manera, defectuosa y caótica. Actualmente esta en boga el uso de materiales de desecho para cierto tipo de obra de carácter conceptual. Si bien es cierto hay artistas que son honestos, saben y dejan saber que su obra es efímera y no existe la intención de hacerla perdurar más allá de lo establecido para el momento de su propuesta. Pero no siempre es así sobre todo con artistas reconocidos cuya obra va a engrosar el acervo de colecciones privadas o publicas. De tal forma encontramos en estas piezas materiales tales como: ropa vieja, lianas, latas, clavos o fierros oxidados, zapatos, vidrios rotos, materiales orgánicos de todo tipo como, maderas viejas, pelos, llantas, esponjas, materiales plásticos, etc., etc. Con muy raras excepciones ninguno de estos materiales ha sido tratado durante su empleo, lo que redunda en el rápido deterioro de la “obra” o su completa destrucción y esto es más común en las llamadas instalaciones de arte, en las que incluso tienen la participación del público (interactivas). Desde siempre ha existido y existirá el interés de los artistas por experimentar con materiales nuevos y diversos, con el afán de ser diferentes, de pintar una obra monumental y entre más rápido mejor. Desgraciadamente dicha obra no llegará al par de años sin mostrar su deterioro y esto no es por el uso de materiales modernos, sino por el desconocimiento de los mismos y por la no aplicación de los conceptos básicos de la pintura. No hace falta ir muy lejos para darse cuenta de este contraste ya que en la mayoría de los museos conviven obras de los maestros antiguos y de artistas contemporáneos, “Action Artists”. Podemos observar como aquellas se mantienen en buen estado mientras que las recientes son motivo de preocupación para los depositarios de las mismas. Se hace aparente que en esta labor de perdurabilidad de la obra de arte se debe hacer conciencia entre todas la partes involucradas, los vendedores de obras de arte, coleccionistas privados y personal de los museos. El vendedor de obras de arte debe tener la obligación moral con sus clientes para garantizarles la durabilidad de la obra a comerciar y a su vez el comprador debe tener la responsabilidad como dueño, de obtener y mantener el buen estado de la obra que compra. Al fin y al cabo es su propia inversión y si no es egoísta debe de preservarla para generaciones venideras. Muy a menudo nosotros hacemos práctica de este aspecto cuando obtenemos bienes inmuebles, ropa, muebles, etc. Si vienen con defectos o daños, inmediatamente vamos al departamento de devoluciones y reclamamos nuestra mercancía en buen estado o la devolución de nuestro dinero. Cosa contraria ocurre con el arte en donde confiamos en la buena fe de nuestros proveedores. Sin escatimar costo alguno aceptamos las piezas como nos la ofrecen: “As Is’ pues como el arte es universal al fin y al cabo, le dejamos esa responsabilidad a los conservadores o restauradores. En conclusión diremos que el aprender y practicar el buen oficio de la pintura, no hace daño al verdadero pintor talentoso y responsable. Así como aprendimos el alfabeto para poder leer y escribir, o se aprenden las notas musicales para hacer música, es necesario conocer las reglas, técnicas, materiales, conceptos y bases de la buena pintura. Nota. Parte de este articulo se tradujo del libro: “ Is Your Contemporary Painting More Temporary Than You Think ? “ de Luis Pomerantz.
MATERIALES PARA DISTINTAS TECNICAS
Colas: en esta oportunidad vamos a revisar algunas de las colas más usadas como son adhesivos y aglutinantes, en el tratamiento de las pinturas. Actualmente existen infinidad de colas y adhesivos sintéticos para usos diversos, que han llegado hasta nosotros a través de recetas químicas y fórmulas caseras. Sin embargo podemos afirmar que la mayoría de estas derivan de ocho substancias básicas: cuatro animales, gelatina, albúmina, cera y caseína. Cuatro son de origen vegetal: resinas, gomas, almidón y gluten; actuando como mucílago, la glicerina y como álcali, el amoníaco. Cuando hablamos de conchas de ostras, ojos de cangrejo, cuernos de ciervo, nacar o perlas, estamos hablando de carbonatos de cal o tiza. Si nos referimos a sangre de cerdo, leche, queso fresco, corteza de queso, yema de huevo o insectos molidos (la cochinilla) todo ello corresponde a la caseína. La fibrina o la vitalina viene a ser la misma cosa. La clara de huevo es la albúmina. Las vejigas de pescado, colas de vaca, guantes viejos, pies de conejo o patas de carnero, son gelatinas. El trigo, el centeno, la mandioca, el arroz, el sagú, la patata y otros feculentos suministran el almidón y el gluten. Por otro lado muchos los árboles y plantas nos proveen de las gomas y las resinas. Luego existen otros elementos medios raros en la confección de adhesivo como: cal viva, orines de camello y hasta estiércol, los cuales obran como álcalis. Además, el jugo de la higuera, la baba del caracol, la semilla de linaza, la miel, etc., son mucílagos que pueden compararse con la glicerina. Algunas de estas cosas están comercializadas bajo distintas marcas pero los materiales básicos son los mismos aunque con diferentes formulas y aplicaciones. Cola de pergamino: se puede considerar como una de las mejore colas a base de piel. Cola de Piel: las mejores se fabrican en Francia y en los Estados Unidos y son producto de diferentes partes del animal como son: membranas mucosas, cartílagos, huesos, patas, etc. De estas las mejores son: la de patas de buey, de tendones de cordero, de la piel del asno, y de las orejas de ternero. Cola de pescado: se prepara con las vejigas natatorias de algunas especies de pescado, la mejor viene de Rusia. Gelatina : su naturaleza es análoga a la de la cola y su uso es restringido por su preparación mistificada. Cola de caseína: proviene de los constituyentes nitrógenos de la leche, muy parecida a la albúmina, aunque insoluble en agua, sin embargo se diluye en soluciones alcalinas de amoníaco, potas o cal. Engrudo de almidón: se obtiene de las harinas de arroz, trigo, centeno, etc. Muy empleada en el tratamiento del papel es la de arroz (técnica oriental) y se le conoce como Nori paste. Recopilado y escrito por Lionel Najera |
FOTOGRAFIA |
GRANDES MAESTROS: DOMINGO BATISTA Este mes resaltaremos la labor de un fotógrafo de los “nuestros”, el dominicano Domingo Batista. Domingo Batista nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana en el año 1946. Comenzó su carrera artística en el año 1969 al ingresar al Grupo Fotográfico Jueves 68. Ha realizado veinte exposiciones individuales entre las que se destacan Escritura de la Luz, en el año 1980 y la del Museo de Yeshiva University de Nueva York en el año 1989. Ha participado también en veintisiete exposiciones colectivas en diferentes países como Francia, Alemania, Inglaterra. Su Técnica Se le reconoce como un poeta visual por su preocupación de mostrar en sus fotografías los cambios que ocurren en la naturaleza. Su obra destaca las maravillas que ofrece el paisaje dominicano, promoviendo la armonía entre el hombre y la naturaleza. Sus fotografías de paisajes parecen obras pictóricas en donde se destaca la luz, una luz que blanquea al mediodía y que se baña de sangre al atardecer. La OEA entre sus promotores En el año 1985 ganó el segundo premio del concurso El Agua, Líquido Vital, organizado por la revista Las Américas. Más tarde, en el año 1989 participó en la muestra colectiva de Arte Moderno de la OEA Imágenes del Silencio, Fotografía de América Latina y el Caribe en los ’80, en Washington, D.C., Nueva York, Puerto Rico y Santo Domingo. En el año 1997 presenta la “Celebración del Color” en la Sede de la OEA en Washington, D.C. Otras Distinciones Domingo Batista participó como co-productor del audio visual Hay un País en el Mundo, en 1976 y del video para televisión El Color del Camino en 1982. Tres de sus fotografías fueron publicadas en el Anuario Británico Photography Year Book. Es coautor de los libros El Color del Camino, aparecido en 1982 y Color Dominicano, en 1988. Fue miembro del Jurado de Selección de la XVIII Bienal Nacional de Artes Visuales en 1992. En mayo de 1991, la Sociedad Amantes de la Luz de Santiago le otorgó la Medalla al Mérito Cultural y el International Center of Photography de Nueva York lo nombró su nominador local para los Premios Infiniti 1992 y 1993. En junio de 1991 recibió entrenamiento intensivo sobre el Sistema de Zonas en Palm Beach Photographic Workshops, Florida. El mes de junio de 1992 participó en el 50th Annual Ansel Adams Yosemite Workshop. En noviembre del año 2000, Batista recibe el Primer Premio en categoría digital de la American Photo Magazine, por su foto “Dominican Fisherman”
Recopilado y escrito por Gladys Berly. |
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