Junio 2004 |
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EDITORIAL |
Hemos recibido algunas solicitudes para hacer exposiciones individuales y no las hemos atendido, no por falta de voluntad sino por falta de tiempo. Las exposiciones requieren de un gran trabajo y de la buena disposición de muchas personas para lograrlas. Preferimos abocar todos nuestros esfuerzos a una sola exposición anual. Ahora ya tenemos confirmada la fecha para nuestra próxima Exposición Anual, será del 8 al 18 de noviembre. Estando la fecha confirmada solo queda preparar y tener prontas las obras para la exposición. Esta es la oportunidad para todos aquellos interesados en exhibir sus obras. Consideramos oportuno agradecer públicamente a nuestra amiga, Ana O’Brien, Jefa de Protocolo, por su valiosa cooperación. Año tras año ha ajustado su calendario de actividades a fin de permitirnos disponer de un lugar para nuestra exposición. Esta año, esta tarea ha sido aún más difícil por la remodelación del edificio, es por ello que le quedamos altamente agradecidos. ¡A prepararse! que el tiempo vuela. Gladys Berly |
ARTISTA INVITADO |
CAMILO EGAS: UN ADELANTADO DE SU TIEMPO. Por Marco Antonio Rodríguez Debió ser de mediana estatura, pulcro en el vestir y refinado en sus modales; triste, huraño, tímido, extranjero de los sitios donde erró su sombra, pero también del tiempo que le tocó vivir. La vida de Camilo Egas: ¿expedición o encuentro? Un viaje forzado y un doloroso hallazgo con la verdad del arte. Lo veo como en duelo perenne con sus propios singulares laberintos interiores y con los distintos episodios pictóricos que signaron su creación. Espacio, vértigo puro, lo último de su obra, momento en que se hunde en el vacío en el suyo y en el de su entorno. Al final de la contienda su tránsito existencial estuvo jalonado por un constante bregar con el temblor de la tierra y con la agitación de su propio yo no hay el artista, hay el espacio, la vibración angustiosa de su ánima en busca de sensaciones pasajeras: escaramuzas, pánicos, exaltaciones, gozos, todo atravesado por la fugacidad más agobiante. Su última obra: un perturbador sondeo en el silencio. Sobre fondos ocres, en los cuales balbucean ecos del mundo real, rasgos delirantes (rasguños) de una víctima que está al borde de la asfixia, recogimiento de pasos, huellas apenas identificables de vivencias extinguidas, remembranzas de un ser que fue, danzando al ritmo del silencio solo grises y azules en lo formal, hacia adentro, la impronta de un hombre lacerado por buscar una respuesta a su vida, a su creación, a la razón de ser de las dos. "Hemos bebido furtivamente / En vasos quebrados / Vino que quizá / No era de nosotros" Esa fue su propuesta final. Suerte de cabriola entre la vida y la muerte (el equilibrista a punto de dar su paso en falso y desaparecer. ¿Desvanecimiento de la vida vivida, vehemencia desesperada de ser y estar, o canto funéreo lívido de asentimiento ante la muerte?) Todo es caos en estos cuadros. Irresolución. Postrera tentativa de alcanzar de dónde asirse. Simulacro de seguir siendo. Guiño a lo invisible. Nada más. Guardar silencio: lo que el pintor quiso en varios tramos de su existencia (casi obvio, más en el último). Hurgar en él; multiplicarse (irradiarse); volver a él, solo con él mismo, y, al final de la partida, silenciarse. ¿Qué son sus autorretratos y sus maniquíes, sino una confrontación con el silencio y luego una rendición ante él? Por allí le enreda la leyenda brumosa y desvaída con episodios bohemios, amores turbulentos, soledumbres y una larga y 'dolorosa' enfermedad que, aunque lo hirió de muerte, no le impidió seguir trabajando. (Uno de sus más conmovedores cuadros, el de un hombre desnucado, como pendiendo de una oculta, vulgar percha, difuminado mediante colores exangües y líneas exacerbadas, rezumando su terminal angustia desolada, fue pintado cuando él ya sabía de su muerte. (Reflejos 2 lo llamó).
Recopilado por Gabriel Gross |
LIBROS DE ARTE DE LA BIBLIOTECA COLON DE LA OEA |
APUNTES DE ARTE |
MEDIO AMBIENTE Las “piezas de arte” que decoran nuestras paredes y nos alegran la existencia en casa son motivo de olvido en cuanto a su cuidado y mantenimiento, a veces involuntario, pues damos por hecho que son piezas decorativas que requieren poca o ninguna atención, y muy de vez en cuando les pasamos el plumero para quitarles el polvo. Sin embargo existen varios factores de daño o deterioro que paulatinamente casi como un cáncer silencioso las va destruyendo sin darnos cuenta. Entre estos voy a mencionar los más frecuentes: la iluminación tanto natural como artificial, la temperatura, la humedad relativa, la contaminación ambiental, insectos y roedores. IluminaciónEs un tema que requiere atención pues la luz que recibe una obra de arte puede variar de acuerdo al tamaño y ubicación. Es sabido que los materiales orgánicos son más sensibles a esta; basta que dejemos un periódico expuesto a la luz del sol por un par de días para darnos cuenta como se torna amarillo por la degradación de la celulosa contenida en el papel. Esto mismo ocurre con los colores y componentes orgánicos existentes en una obra de arte los cuales se degradan tanto por la acción de la luz natural como artificial sobre todo después de largos períodos de exposición. Temperatura y Humedad Relativa El control de la temperatura y la humedad relativa son un factor vital en la preservación de obras de arte. Un medio ambiente fluctuante puede causar daños irreparables en estas, altos niveles de humedad, así como de temperatura pueden iniciar cambios físicos, provocar la degradación, corrosión y el crecimiento de microorganismos. Por otro lado, bajos niveles de humedad pueden causar: desecamiento, debilitamiento y cambios dimensiónales irreversibles tales como secado de maderas y materiales afines, sobre tensado de soportes de pintura, etc. Deterioración Biológica y Ataques de Insectos. Estos ocurren cuando se combinan los incrementos de la temperatura y la humedad relativa, provocando el cultivo de microorganismos en soportes orgánicos como: papel, cuero, tejidos, etc. En soportes y marcos de madera la proliferación de termitas y otros insectos. En documentos y libros ataques del pececillo de plata y nidos arácnidos. Primeros indicios de deterioroRespecto a la iluminación, se empieza a notar la degradación de los colores, tintas (particularmente en acuarelas y documentos) y el amarillamiento de soportes sobre papel y similares. En otro tipo de obras tales como textiles y esculturas con material orgánico, se empieza a notar el desgaste u opacado de los tejidos y materiales afines así como el debilitamiento de los soportes o bases. El ataque aparente de hongos en los soportes de papel y pergamino a veces se confunde con las manchas minúsculas que dejan residuos ferrosos contenidos en la carga que se adiciona especialmente al papel, el cual se produce al entrar en contacto con la humedad del medio ambiente y que en inglés se conoce como”foxing”. Por otro lado las manchas negro-parduscas muy características del moho ocurren cuando las colas orgánicas se descomponen por exceso también de humedad degradando por ende los soportes mencionados. En los soportes de madera atacados por insectos es común encontrar un polvillo que en realidad son las deyecciones de las larvas de termitas y que comúnmente llamamos polilla (que en realidad es otro insecto) que van dejando mientras se van comiendo la celulosa contenida en las vetas de la madera. Otros menos frecuentes son los causados por cucarachas, arácnidos y roedores, los cuales son más fáciles de detectar. Por ultimo, la contaminación atmosférica del medio ambiente es el resultado de pululantes contenidos en el aire natural y el aire acondicionado (microclima) tales como: el monóxido de carbono, la combustión automotriz, la lluvia ácida, etc., que por lo general pasan desapercibidos pero que a la larga también afectan las obras de arte. Proteja sus obras de arte con algunas medidas preventivasLos efectos de la iluminación de obras de arte han sido estudiados desde hace años y se han establecido ciertas medidas para minimizarlos. Sabemos que una apropiada iluminación va desde 60 a 120 luxes o su equivalente (aproximado)de 50 a 60 watts en lámparas incandescentes. Sin embargo estas producen calor por lo que se recomienda buscar aquellas frías (cool light bulbs) o controlar la luz directa con interruptores que permitan la iluminación controlada. En materiales menos sensibles se puede usar luces más fuertes. El uso de filtros es tambien recomendable, existen en la actualidad bloqueadores de luz natural (barnices) para las ventanas, asi como el uso de cortinas para evitar la luz directa del sol en aquellas obras que así lo requieran. Por otro lado, también se pueden proteger aplicando filtros ultra violetas directamente en las obras o boqueando las lámparas (plexiglass ultraviolet museum quality o Crescent UV glass) los cuales filtran hasta un 97% de la luz dañina. Se deben desechar las lámparas que generalmente se adicionan sobre los marcos. La temperatura promedio para una buena parte de obras ha sido clasificada de entre 65 a 72 grados F y una humedad relativa de entre 45-50. Sin embargo con materiales más sensibles conviene mantener una constante según el caso, ya que muchos materiales son más higroscópicos que otros, o sea que toman la humedad ambiente incorporándola a la estructura física de la molécula o absorbiéndola y liberándola mecánicamente como una esponja y esto lo podemos observar en marcos fabricados en algunos países nuestros con madera no tratada dando como resultado el resquebrajamiento y craquelado de las capas de dorado y yeso que cubren a estos. En tal virtud se recomienda colocar humidificadores cuando se usa calefacción o colocar plantas que retengan cierta humedad cerca de materiales con este problema. Caso contrario en época de lluvias y calor combinado con humedad en donde se pueden usar disecantes como la silica–gel o ventilación apropiada para evitar el desarrollo de microorganismos y hongos. Tanto el aire acondicionado como la calefacción son factores de polución del microclima hogareño, esto se nota con el polvo de hollín que se acumula alrededor de las rejillas o residuos de fibras (lint. Aquí es aconsejable revisar los filtros de estos aparatos periódicamente y cambiarlos cuando ya estén saturados). En cuanto a los insectos y roedores no está de más aplicar insecticidas o dispositivos contra insectos y roedores cuando notemos la presencia de estos. En los libreros se aconseja usar pastillas de alcanfor o naftalina en recipientes apropiados (con rejilla o malla) solamente cuando detectemos la presencia de insectos como el pececillo de plata o la llamada tijereta, y por un tiempo prudencial, pues la exposición de estos materiales podría causar cierto daño a los libros o documentos. En la actualidad existen varios productos más eficaces para hacer frente a estas plagas. Algunos de estos no son muy conocidos pero se pueden encontrar en Internet en tiendas especializadas. Ahora que se acerca el verano es bueno dar un vistazo a nuestras piezas de arte y aplicar ciertas medidas y por supuesto, el sentido común. Recopilado y escrito por Lionel Najera |
FOTOGRAFIA |
GRANDES MAESTROS: ALEXANDER LIBERMAN Alexander Liberman (1912-1999) nació en Kiev, Rusia. Su padre fue un comerciante de la industria maderera y su madre estuvo involucrada en el teatro ruso. En el año 1921 la familia Liberman salió de la Unión Soviética y Alexander se fue a estudiar primero a Londres y luego a París. En la universidad de Sorbonne, tomó cursos de filosofía y matemáticas. Luego estudió arquitectura en la Escuela de Bellas Artes en París. Por el año 1930, Liberman diseñaba escenarios para obras teatrales y luego trabajó por un corto tiempo en diseño arquitectónico. Más tarde pasaría a formar parte del personal de la revista “Vu”, primera revista con ilustraciones fotográficas. Ello lo llevó a conocer y luego a contar entre sus amigos a: Cartier Bresson, Brassai y Kertesz. Liberman comenzó su carrera primero como asistente en el departamento de arte, pasando a ser director de arte para más tarde convertirse en director administrador. En el año 1936 abandona la revista para dedicarse a pintar, escribir y hacer filmaciones. En el año 1941 consigue empleo en la revista “Vogue”, en Nueva York. Desde el año 1962 hasta el 1994, ocupa el cargo de Editor, Director. Durante su permanencia en Vogue tuvo la oportunidad de contratar a artistas tales como: Cornell, Dalí, Chagall, Duchamp, Braque, Rauschenberg y Johns, para trabajos o proyectos de la revista. Liberman ha sido el único editor autorizado para reproducir las imágenes de Matisse correspondientes a la capilla de Vence en Francia. Carrera Profesional Liberman fue un hombre con muchas habilidades ya que se destacaría como escritor, fotógrafo, pintor y escultor. Sus dos primeras aptitudes le sirvieron para su trabajo en Vogue, en donde además de escribir sobre artistas y personajes famosos, los fotografiaba para documentar sus artículos. En los años 50 exponía sus propias obras y fotografías en galerías y museos de Nueva York. Por el año 1959 en unas vacaciones a Francia, Liberman inicia sus primeras exploraciones en la escultura, inclinándose desde un comienzo por el tamaño monumental – a veces de entre 20 y 30 pies de altura- construidas de las más diversas piezas metálicas. Liberman sería confirmado artísticamente gracias a la escultura. Sin embargo, como todo artista también sufrió rechazos. Cuando su escultura Adam (1970) se encontraba a la entrada de la Galería Corcoran en Washington, D.C., en el año 1972, el entonces Presidente Richard Nixon, ordenó sacar ese “horror” y no fue sino hasta el año 1978 que su escultura de 28 pies, pintada de naranja y rojo, fue localizada en la parte este de la “National Gallery “. En algún momento de su vida, su carrera parecía dividida en dos, sin relación alguna. Sin embargo, era un hombre que poseía una gran autocrítica, con metas altas y tanto su trabajo como director de arte como su presencia relevante en el mundo del arte, le permitieron unir, desarrollar y fortalecer sus habilidades artísticas. Vida Privada La vida privada de Liberman fue también “diferente”, por así decir. En el año 1936 se casa con la campeona de ski alemana, Hilda Sturn. Después de casarse, deja su empleo para retirarse a vivir en la Rivera Francesa con su flamante esposa. Allí se dedica a una vida tranquila y a la pintura, una vida apacible pero que no agradaría a su esposa. Después de un año de matrimonio se divorcian sin haber tenido hijos. Más tarde Liberman regresaría a Paris tratando de enlistarse en la armada durante la segunda guerra mundial. Al no lograrlo se fuga a los Estados Unidos a través de Portugal en el año 1941. En su viaje a los Estados Unidos trae consigo a su amiga de la infancia, Tatiana de Plessix, con su hija Francine, quien más tarde se convertiría en una reconocida escritora. Tatiana era la sobrina de Alexander Iacoveleff, quien en algún tiempo habría sido amante de su madre. Este último sería quien ayudaría a Liberman a conseguir empleo en Vogue. En el año 1942 se casa con Tatiana de Plessix. Al cabo de un tiempo, Tatiana se convierte en una mujer exigente pero eso no impidió que se mantuvieran unidos por cuarenta y nueve años. Tatiana fallece en el año 1991. A la muerte de su mujer, Alexander se casa con su enfermera, Melinda Pechango, quien lo cuidaría hasta su muerte en el año 1999, en Miami Beach. Recopilado y escrito por Gladys Berly. |
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