PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DEL PERSONAL
RENE L. GUTIERREZ
DURANTE LA TOMA DE POSESION CELEBRADA EL
18 DE JULIO DE 2006
Señor Jefe de Gabinete del Secretario General,
Señora Jefe de Gabinete del Secretario General Adjunto,
Estimados compañeros,
Sean estas
mis primeras palabras para recordar la memoria de nuestra compañera
Susana Ramsburg,
nuestra representante ante el Comité Mixto de Seguros, quién supo
defender nuestros intereses y laboró arduamente en la Secretaría de
Conferencias hasta sus últimos días y a quien le dedico esta gestión.
Mi
agradecimiento a todos los que participaron en las últimas elecciones y
que al dejar su voto en las urnas depositaron su confianza en este nuevo
Comité para que continúe defendiendo y protegiendo los derechos de todos
los funcionarios de la Secretaría General, especialmente en lo que
refiere a las condiciones de empleo. Al asumir estas responsabilidades
lo hago con entusiasmo, dedicación e integridad basado en nuestros
instrumentos normativos internos y resoluciones de la Asamblea General.
Asimismo,
deseo agradecer a nuestros compañeros del Comité 2005-2006, que hoy
concluyen con sus labores, por el trabajo desempeñado en los últimos
doce meses.
Iniciamos
esta gestión con cierta preocupación por temas que aún quedan por
resolverse y otros que vuelven a aparecer en nuestra agenda cuando hay
crisis presupuestaria. No hay duda de que la tarea va a ser difícil por
ello les pido que nos mantengamos unidos porque el beneficio va a ser
para todos. De nuestra parte, les puedo asegurar que los mantendremos
informados sobre nuestras actividades y los invito a que compartan con
nosotros vuestras ideas y comentarios, una mejor comunicación entre
todos nosotros contribuirá a afianzar los lazos que nos une en esta gran
familia interamericana.
En primer
lugar, se trata de las recientes intervenciones de algunos delegados en
el Consejo Permanente, lo mismo que en la Asamblea General, con respecto
al sistema de paridad con las Naciones Unidas, las cuales preocupan
porque carecen de conocimiento histórico. Parecería que buscan una vez
más la salida más fácil a una situación que exige un compromiso y fe en
nuestra institución. Debemos preguntarnos ¿Por qué—sabiendo todos aquí
lo que la OEA ha significado para el desarrollo y el mantenimiento del
ordenamiento democrático en nuestra región--hay una falta de voluntad
política en nuestra Organización que no es reflejada en otros organismos
internacionales?
Debo de
recordarles que a través de los años cada caso que hemos llevado al
Tribunal Administrativo concerniente a un sistema de remuneración
adecuado, decoroso y transparente, lo hemos ganado porque la ley está de
nuestra parte. No debemos pues malgastar nuestras energías en asuntos
que ya han sido debatidos, reformulados y acordados por ambas partes a
través de referéndum y de buena voluntad. Sin embargo, en la
actualidad, a la Secretaría General se le ha encomendado que presente un
informe sobre los antecedentes legales de la política de paridad de
sueldos y ofrezca recomendaciones con respecto a la política de personal
y su sostenibilidad, a la luz de los nuevos mandatos, la
reestructuración de la Secretaría General y la situación financiera de
la OEA.
Aún cuando
sabemos que existen ya varios estudios que responden a estos
requerimientos, este Comité del Personal, como lo ha hecho en
oportunidades anteriores, se pone al servicio del Secretario General
para trabajar en la preparación de este importante documento y en todas
las demás actividades que involucre al personal de la Secretaría General
y que busca su mejoramiento. Quisiera además agradecer a todos los
representantes de nuestros Estados miembros que han expresado su fe en
el personal y su respeto por el sistema actual de paridad. Sus palabras
nos alientan con energía para poder tomar nuevamente este camino.
Nosotros
debemos reconocer que el sistema de paridad no es un sistema
parcializado. Por ejemplo, el sistema de clasificaciones está
íntimamente ligado al escalafón salarial. La sustitución de ese sistema
por otro podría afectar en forma negativa el balance interno.
En segundo
lugar, la Asamblea General ha resuelto encomendar al Secretario General
a que con el propósito de mejorar la evaluación y rendición de cuentas
en la administración del personal se ponga en práctica un sistema
efectivo de gestión de desempeño que incluya metas y estándares, lo
mismo que facilite y promueva mayor eficiencia en el cumplimiento de
funciones y sistematice la evaluación de desempeño. Nosotros creemos en
un sistema de evaluación justo e imparcial y estamos dispuestos a
trabajar con la Administración para cumplir con este mandato de la
Asamblea General por lo que propongo la creación de un grupo de trabajo
con la participación del personal profesional y de servicios generales.
En tercer
lugar, se trata sobre el tema de la igualdad de género dentro de la
Secretaría General que a pesar de las múltiples resoluciones y mandatos
de los cuerpos gobernantes los logros alcanzados siguen limitados. La
solución no está únicamente en cubrir puestos en niveles P-5 y
superiores con personas externas nombradas en puestos de confianza. La
Secretaría debe tener una política integral de personal que busque
traer—por vía del concurso—a personas con una capacidad de hacer carrera
en la Secretaría General. Asimismo, se deberá reconocer que hay
personas que han entrado a la Secretaría General y que se han esforzado
por mejorarse, obteniendo en el curso de su carrera títulos
universitarios, todo esto con una política de personal que integre
plenamente el principio de representación geográfica, eficiencia
demostrada y con posibilidad de promoción para quienes lo merezcan.
En cuarto
lugar, entiendo que la Secretaría General está procurando mantener una
política de movimiento lateral y de rotación que facilitaría el traslado
de funcionarios a puestos de la misma categoría y grado dentro de la
Secretaría General con el propósito de fortalecer la capacidad instalada
de la Institución de responder talvez mejor a los mandatos cambiantes
que recibimos. Indudablemente, si los traslados se realizan respetando
las condiciones reglamentadas el resultado podría ser beneficioso—tanto
para el personal, como para la Organización. De lo contrario pudiera
afectar en forma negativa al área donde labora y al funcionario.
En quinto
lugar, me voy a referir al tema sobre acoso en el lugar de trabajo.
Como todos recordarán el pasado 11 de abril de 2005, el Secretario
General firmó la Orden Ejecutiva No.05-7 sobre el acoso en el lugar de
trabajo como una política y objetivo de la Organización para que a cada
funcionario internacional, interno y contratista independiente se les
trate con dignidad y respeto y que puedan laborar en un ambiente de
trabajo saludable, libre de todo acoso laboral. Al adoptar esta
política, la Secretaría General se compromete a velar por la
implementación de la misma, sin distinción y con prontitud. En ningún
momento esta política debe de interferir con la evaluación del personal,
internos o contratistas. Los invito a que se familiaricen con esta
política para que entiendan mejor el concepto del acoso en el lugar de
trabajo y puedan ejercer sus derechos. Solicito a la Administración
para que esta política esté disponible en español, tal como se establece
en la Orden Ejecutiva No.81-5. “Las órdenes ejecutivas se expedirán
simultáneamente en español e inglés.”. También esperamos ver el
nombramiento de las personas que han de responder a las denuncias
presentadas y el comienzo del programa de capacitación para estos
investigadores.
Con el
propósito de aumentar una mayor participación del personal en las
actividades de la Asociación este Comité invitará a los nuevos
funcionarios a integrar grupos de trabajo en las diferentes áreas de
interés común y ofreceremos nuevos beneficios. Propondré igualmente
restablecer el sistema de cadres, como medio efectivo de comunicación.
Se promoverá igualmente actividades socioculturales todos los meses con
el fin de fomentar la integración del personal.
En la sede,
somos concientes de los aumentos en los costos de combustible por lo que
propongo que se revise y se establezca una norma institucional de un
sistema real del tiempo flexible de horas de trabajo, tal como ocurre en
otros organismos internacionales.
Y para
finalizar, me comprometo a cumplir con lealtad las obligaciones que me
corresponden como Presidente de la Asociación del Personal, respetar y
cumplir nuestras normas vigentes y deseo reiterarles mi convicción que
nuestra Asociación será lo que sus miembros quieren que sea y dejará de
existir cuando nosotros nos alejemos de nuestros mandatos e ideales, las
personas se van pero las instituciones quedan, mantengamos viva la
mística de nuestra responsabilidad ante nuestros hermanos de las
Américas.
Muchas
gracias a todos y cada uno de ustedes.
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