PALABRAS DEL SECRETARIO GENERAL
DURANTE LA CEREMONIA DE ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS
16 de abril de 2007
Muy buenos días
señores directores, señores representantes de la asociación de los
trabajadores de la OEA, estimados funcionarios y funcionarias.
Quiero muy
brevemente señalar la satisfacción con que hoy día, hoy premiamos a aquellos
de nuestros trabajadores, de nuestros funcionarios que cumplen una cantidad
de años al servicio de la institución. Como lo ha dicho nuestro amigo el
maestro de ceremonias, este es un momento para reflexionar sobre lo que
hemos hecho en la OEA, sobre el papel que cada uno de nosotros ha cumplido y
también para reflexionar sobre el futuro de la OEA y lo que queremos que la
OEA siga siendo en los próximos años.
No cabe duda
que cuando uno trabaja en una institución por varios años mira hacia su
pasado y yo sé que los que hoy día serán premiados tienen razón para estar
más que orgullosos de ese pasado, de lo que han hecho en la OEA, de como han
cumplido sus tareas y como han permitido que esta institución siga
desarrollándose en la forma en lo que lo ha hecho. Pero al mismo tiempo
también quisiera que al partir de esta institución dentro de 30, 40, ó 50
años, cuando sea, puedan dejar también el testimonio de que contribuyeron a
construir una institución relevante, sólida, querida por sus Estados
miembros y por la gente de las Américas y por lo tanto con posibilidades de
mirar hacia el futuro con optimismo.
Reconozcamos
que en los últimos años hemos tenido a ese respecto algunas dificultades.
Hace dos años, un poco menos de dos años, cuando volvimos de la Asamblea
General de Fort Lauderdale, el Director General de Administración y Finanzas
aquí presente, ahora Subsecretario de Administración y Finanzas me hizo ver
las dificultades que teníamos desde el punto de vista financiero para
completar el año. Las circunstancias que teníamos, algunas crisis políticas
y algunas tareas muy fundamentales que jugaron distintos aspectos. El
director, en ese momento Secretario de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, me hizo ver que no tenía recursos con los cuales realizar
la sesión que estaba programada para el mes de septiembre de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. Y no quiero ennegrecer más el panorama,
pero esa era la realidad. Esa realidad ha pasado y ha sido superada y yo
con mucha alegría pude en mi primera reunión con el personal, que se produjo
solamente tres o cuatro meses después de haber asumido el cargo, señalar mi
compromiso con todos los funcionarios de que todos ellos tenían su lugar en
la OEA, sus derechos en la OEA y que ese lugar y esos derechos les serían
plenamente respetados. Renuevo hoy ese compromiso.
Creo que la
organización está en un buen pie, que no se discute respecto de ella ya
tanto sobre su relevancia. Ya cuando voy a reuniones con jóvenes del
hemisferio me preguntan menos “Para qué sirve la OEA, señor Secretario?”.
Ya los países están, en su gran mayoría, al día en el pago de sus
contribuciones y ya estamos discutiendo incluso con ellos con bastante
franqueza los problemas de organización y de recursos que tenemos para el
futuro. Pero eso tenemos que hacerlo todos juntos. La organización no
puede depender de la voluntad de una persona o de varias personas; depende
sobretodo de la voluntad y el entusiasmo de quienes trabajan en ella. Y si
se nos ve dedicados a nuestro trabajo, con un grado de unidad interna
suficiente, con entusiasmo, discutiendo de manera muy franca y muy cierta
los problemas que podamos tener. Yo aspiro a tener ciertamente con la
asociación de trabajadores de la OEA y con todo su personal, no solamente
las mejores relaciones formales, sino a discutir con mucha franqueza los
problemas. Pero aspiro también a un sacrificio, a un esfuerzo y a un
entusiasmo igual de todos.
Al premiar
entonces a nuestros funcionarios y funcionarias, al agradecerles de corazón
los años de servicio que han prestado a la institución y los méritos que han
hecho para obtener las premiaciones que aquí obtienen, quiero también
agradecerles lo que van a hacer en el futuro; la forma en que con
entusiasmo, con dedicación, con buena voluntad vamos a seguir trabajando
para que la Organización de los Estados Americanos sea efectivamente, como
la proclamamos muchas veces en nuestros discursos, la organización mas
relevante de nuestro hemisferio.
Muchas gracias.
DISCURSO DEL PRESIDENTE DE
LA ASOCIACION DEL PERSONAL
DURANTE LA CEREMONIA DE ENTREGA DE RECONOCIMIENTOS
Señor
Secretario General
Estimados y
respetables compañeros,
El día de hoy
es un día muy especial porque nos congregamos en la Casa de las Américas
para rendir un justo y merecido reconocimiento a nuestros compañeros que con
su trabajo hicieron posible que la Secretaría General pueda cumplir con los
mandatos encomendados por los Estados miembros, a través de la Asamblea
General.
Algunos de
ustedes se retiran y se embarcan a una nueva etapa de sus vidas. Mientras
estuvieron con nosotros supieron cumplir con las tareas asignadas en cada
una de las áreas que laboraron. Algunos de ustedes llegaron a la OEA por
los años 60s y trabajaron junto a siete Secretarios Generales, siempre con
el mismo entusiasmo y dedicación porque sabían que las tareas de la
Organización eran dirigidas a mejorar la vida de los habitantes de las
Américas.
Ustedes
estuvieron a la vanguardia de un sin número de programas y siempre mostraron
estar dispuestos a asumir nuevas funciones, nuevos retos, aún sin contar con
los recursos necesarios. Su sacrificio quedará plasmado en los programas
que ustedes participaron.
Todos los aquí
presentes somos conscientes de estos sacrificios y ahora sus familias podrán
contar con ustedes el 100% de su tiempo.
Ustedes como
nosotros somos conscientes que los cambios progresistas son necesarios en
una institución como la nuestra. El cambio es necesario y nosotros como
personal de la Secretaría General estamos listos y preparados porque tenemos
la capacidad para adaptarnos a los mismos. Todos sabemos que nuestros
trabajos cruzan fronteras y llegan a las áreas más necesitadas.
Algunos de
ustedes al alejarse de nuestra institución desean resaltar el orgullo de
haber pertenecido a esta noble institución y de haber colaborado lo mejor
posible.
Que no se
piense en las Américas que vuestro trabajo fue en vano. Vuestro trabajo va
orientado hacia los más necesitados de este Hemisferio, mediante una mejor
vigilancia de los derechos humanos, participando en observaciones
electorales, mejorando los estándares de vida mediante nuestros programas
sociales, mejorando las relaciones laborales, sirviendo como puente de
comunicación entre naciones.
Todos somos
servidores de las Américas, amamos lo que hacemos y estamos dispuestos a
continuar con nuestras tareas. Ustedes nos han mostrado el camino y
esperamos contar con su sabiduría, consejo y entusiasmo a través de nuestra
asociación hermana AROAS.
Muchos de
ustedes que ahora se retiran nos han enviado notas de despedida y me
gustaría compartir con ustedes una de ellas:
A sólo horas de mi jubilación me permito enviarles un saludo muy afectuoso y
mis sentidos agradecimientos por las oportunidades, el apoyo y la amistad
que me han brindado durante mis 32 años en la Organización. Me llevo los
mejores recuerdos de nuestro trabajo en ciencia y tecnología, mecanismos de
cooperación, gobierno electrónico, turismo, pequeña empresa y compras
gubernamentales. En todas estas áreas aprendí de ustedes y espero haber
correspondido con lo mejor de mis esfuerzos.
Gracias a la Organización y a ustedes he tenido el privilegio de trabajar
con algunas de las personas más valiosas de nuestras Américas. He visto en
la práctica que nosotros en la OEA podemos contribuir de manera
significativa al diálogo y la cooperación entre los directivos de
instituciones de gobierno, empresa, sector técnico y sociedad civil que
representan las fuerzas de cambio para bien en el continente y que están
buscando el mejor camino para cada uno de sus países. Yo soy de los que
cree que nuestra OEA está particularmente bien situada para facilitar que
esos líderes intercambien sus experiencias, sumen sus capacidades y
multipliquen sus esfuerzos en torno a temas emergentes para un desarrollo
integral que beneficie a todos en cada uno de nuestros países. Ellos y sus
instituciones merecen lo mejor de nuestro apoyo y me alegra mucho haber
contribuido algo al edificio que ellos están construyendo [Orlando Mason].
A nuestros
compañeros que hoy reciben el reconocimiento por sus 10, 15, 20, 25, 30 y 35
años de servicio me dirijo para resaltar su dedicación al engrandecimiento
de esta gran familia de las Américas llamada OEA.
Deseo
aprovechar la oportunidad para comprometer al Secretario General a dedicar
un día, en el verano, para festejar nuestra diversidad y resaltar los logros
de los funcionarios. A lo cual propongo llamar el día del servidor
interamericano.
A continuación
se hará entrega del premio Terry Woods, de parte de la Asociación del
Personal.
El Fondo Conmemorativo Terry Woods se estableció con las contribuciones que
hiciera el personal con motivo del fallecimiento del señor Terence Woods,
quien fuera Presidente de la Asociación del Personal desde 1989 hasta 1991.
Fueron los deseos de doña Margarita Woods, viuda del señor Woods, que este
fondo se dedicara a apoyar los intereses del personal, causa a la que Terry
Woods dedicó gran parte de su tiempo y esfuerzo.
El 12 de abril de 1994 el Comité del Personal decidió establecer un premio
para miembros del personal de la OEA que se hubiesen distinguido por sus
extraordinarios esfuerzos por mejorar las condiciones de trabajo y términos
de empleo de sus colegas.
El Premio Terry Woods constituye el más alto reconocimiento que un
funcionario o funcionaria puede recibir por servicios extraordinarios al
personal de la OEA. Este consiste en una placa conmemorativa y no conlleva
premio alguno en efectivo.
El Comité del
Personal recibió la siguiente nominación:
Estimados Miembros del Comité de Nominaciones,
Con relación al anuncio para nominaciones de candidatos al Premio Terry
Woods, nos gustaría presentar la candidatura de la Sra. Linda J. Poole.
Linda es una funcionaria que por muchos años ha dedicado tiempo y esfuerzo a
la protección de los derechos laborales de los funcionarios de esta
Organización. Esta funcionaria ha asesorado al personal durante reducciones
de personal, reorganizaciones, demandas del personal ante el Tribunal
Administrativo, asesoría a miembros del personal en casos de audiencia y
reconsideración, así como procesos de negociación con la Administración en
diversos temas tales como el Contrato Continuo.
El Comité del
Personal, en su reunión ordinaria del 29 de marzo decidió otorgar el Premio
Terry Woods a nuestra compañera Linda J. Poole:
La Placa lee:
(Logo OAS Staff Association)
The 2006 Terry Woods Memorial Award
is awarded to
Linda J. Poole
For her constant dedication and efforts in protecting the rights of staff
members of the
OAS General Secretariat
El viernes me
comuniqué con Linda y le informé sobre la decisión del Comité del Personal.
Linda se sintió muy contenta por este alto honor. Desafortunadamente ella
no estará con nosotros hoy pero nos ha de estar viendo por Internet. Linda
me pidió que nuestra colega y ex presidente Anna Chisman acepte el premio
por ella y pueda asimismo dirigir algunas palabras.
Antes de
concluir mi presentación, deseo recordarles que el miércoles 18 tenemos una
Asamblea Extraordinaria del Personal en la Sala Rubén Darío, a las 10:30
a.m.
Muchas gracias.
REMARKS SENT BY THE RECEIVER OF THE
2006 TERRY WOODS AWARD,
MS. LINDA J. POOLE
The rule of law and due
process are the cornerstones of any system regulating relations between
staff and the employer organization. Our staff representatives who are
elected to articulate the concerns and interests of all their colleagues as
well as to promote and protect staff rights, must always ensure respect for
these fundamental principles as bulwarks against the consequences of
unfettered exceptions and privileged treatment for a few. During my entire
time here, I have seen the role of the Staff Association evolve and
strengthen in many positive ways and have had the opportunity to play a role
in that process.
Terry Woods and those who have received the award before me set a very high
standard to meet and it is--for me--a signal honor to have been proposed and
selected to receive this recognition.
I thank you very much.
Linda J. Poole