Revista electrónica del Grupo de Arte de la Asociación del Personal de la OEA - Noviembre 2003

EL IMPRESIONISMO

            Históricamente  nos estamos refiriendo a un grupo de artistas que trabajaron conjuntamente en Francia alrededor de los años 1865 y 1890,  entre la década de 1870 – 1880, para ser más  precisos. Estos pintores trabajaron juntos, exhibieron juntos y estuvieron en constante contacto. Los principales exponentes del florecimiento de este movimiento son: Monet, Renoir, Sisley, Morisot  y Pizarro. Posteriormente se agregarían al grupo: Manet, Degas y Cezanne.  Sin embargo, el trabajo de Manet duró solo unos pocos años y de Degas se dice que no era estrictamente un impresionista, pero se acercó mucho a este movimiento. 

            Técnicamente, del impresionismo se puede decir que demanda del contacto directo con el  sujeto u objeto.  Este debe ser visto directamente, no inventarlo ni recordarlo y la obra ejecutada en estas circunstancias debe se completa sin dejar detalles a ser tratados en el estudio, en otras palabras lo que se ve es lo que se pinta.

            El color particularmente juega un papel importante, debe ser observado paciente y cuidadosamente, por ejemplo las sombras se trataran con colores afines y no meramente con grises y  tierras oscuras.  Asimismo la luz debe ser tratada con sumo cuidado, ésta debe ser aplicada alternando colores (a veces en base al puntillismo o el rigatino) hasta lograr efectos de luz y sombras formando armonías cromáticas. 

            En 1855 Courbet (pintor francés) se hizo célebre cuando el jurado del “Salón Oficial de Paris rechazó sus cuadros, a lo que él respondió con una exposición de protesta a la que dio el nombre de “Le Realisme”.  La densidad y el peso de su pintura constituyeron uno de los  supuestos de los que más tarde tomaron los impresionistas su forma figurativa.

            Aquí hay que hacer notar que el nombre de impresionismo pudo haber tenido otro origen basado en  la crítica y burla a una obra de Claude Monet (1840-1926) titulada ”Impresión soleil levant” o “Impresión salida del Sol”; esto sirvió para calificar mordazmente a este grupo de pintores que seguían un orden semejante de ideas.  Lo  que realmente irritaba al público en los cuadros de los impresionistas  era su logro histórico en el descubrimiento de una manera nueva, directa, de contemplar y reproducir las experiencias sensoriales. Irrumpieron en  el variado mundo de la gran ciudad, descubrieron la ruidosa vida de los bulevares, el ambiente festivo de los jardines y de los restaurantes y el encanto del paisaje suburbano.

            Los impresionistas aplicaron a la pintura el estudio científico de la luz, el color, la sombra, el contraste, etc., etc.  Pintaban de modelos naturales y al aire libre, anotando  las tonalidades atmosféricas y los reflejos lumínicos sobre las cosas a diferentes horas del día, para captar el momento fugaz, la impresión instantánea.  Es un tipo de realismo que derivaría en técnicas de puntillismo, como indicamos más arriba

             Especialmente notable es su característica de poner en contacto los colores elementales o primarios (azul, amarillo y rojo) con sus complementarios naranja, violeta y verde respectivamente, para producir efectos de pura luz, consiguiendo sorprendentes efectos atmosféricos

Recopilado y escrito por Lionel Najera