Revista electrónica del Grupo de Arte de la Asociación del Personal de la OEA - Noviembre 2003 |
FOTOGRAFIA |
GRANDES MAESTROS HENRI CARTIER-BRESSON Henri Cartier-Bresson nació en Chanteloupe, Francia, en agosto del año 1908, en el seno de una próspera familia bien relacionada entre los industriales textiles. A los 15 años comienza a desarrollar su pasión por la pintura, vocación que hereda de su padre. A la edad de 23 años comienza su carrera fotográfica y un año después hace su primera exhibición individual en la ciudad de Nueva York. El hecho de provenir de una familia adinerada le permitió desarrollar su interés en la fotografía de manera más independiente que muchos de sus contemporáneos. En el año 1940 fue hecho prisionero por los alemanes logrando escaparse en el año 1943. Luego, toma parte de una organización francesa clandestina que ayudaba a los prisioneros de guerra. En el año 1945 cubrió y fotografió la liberación de Paris.
Su carreraEn el año 1945 vuelve a trabajar como fotógrafo independiente. Trabajó para casi todos los grandes periódicos internacionales. En el año 1947 fundó junto con Robert Capa, David “Chim” Seymour y George Rodger, el Grupo MÁGNUM, una agencia cooperativa que controla los textos que acompañan a las fotos y la propiedad de las mismas. Después pasó tres años en India, Burman, Pakistán, China (durante los últimos meses de Kuomintang y los primeros seis meses de la República de China). En el año 1952 regresó a Europa y en el año 1954 fue el primer fotógrafo admitido en Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Más tarde, volvería a viajar a China y en los años 60 fue a Cuba, México, Canadá y otros países. Su mujer, Martine Franck, también fotógrafa dice que su marido siempre sabe en donde estar. Según ella, Cartier-Bresson tiene una intuición innata para reconocer lo que está pasando en el mundo. Por ejemplo ella dice que él estuvo en la India cuando asesinaron a Gandhi, estaba en la China cuando llegó el comunismo y estuvo en Rusia en el momento preciso. Según Morris, el editor ejecutivo de Magnun, Cartier-Bresson tiene inteligencia, educación y sentido de historia que le viene del corazón. Tiene una gran percepción; entiende a los niños, a las mujeres y reconoce los momentos importantes de la existencia humana. Reportero gráficoA pesar de ser un reportero gráfico y de que sus fotografías aparecían en diferentes materiales escritos, él se concentraba en lo que lo atraía visual o estéticamente y muchas veces esto era irrelevante con la historia que tenía que cubrir. Cartier-Bresson ha sido siempre un artista, como reportero gráfico logra captar lo surrealista de situaciones comunes, destacando más la esencia que los hechos. Desde el punto de vista surrealista la fotografía se convirtió en un medio para revelar un significado que de otra manera no se captaría, se haría invisible o se olvidaría. Un simple gesto, un encuentro casual, o cualquier demostración mundana al ser captados por su lente, se convierten en una gran belleza, una tragedia, o bien contagian humor. Como reportero gráfico Cartier-Bresson sentía una inmensa necesidad de comunicar lo que pensaba y sentía al tomar una fotografía y aunque sus fotos podían ser evasivas y misteriosas, jamás son vagas o difíciles de entender. Respetaba la disciplina de la fotografía gráfica, la cual permite relatar una historia impactante con sólo una fotografía. El artista Por el año 1968, Cartier-Bresson deja caer el telón a la fotografía y vuelve a retomar su pasión anterior, el dibujo y la pintura. Según Cartier-Bresson tanto la fotografía como el dibujo comparten el acto de mirar, pero a partir de ahí se separan. El dibujo es una elaboración de la realidad, en cambio la fotografía es un momento supremo, captado en un solo plano. Como él dice, es un dibujo instantáneo. De acuerdo a Cartier-Bresson la cámara es un block de dibujo, un instrumento de intuición y espontaneidad, el maestro instantáneo que pregunta y decide simultáneamente. El cree que para valorar el universo, uno tiene que sentirse parte de lo que tiene en la mira fotográfica. Esta actitud requiere concentración, disciplina, sensibilidad y sentido del espacio geométrico. Es como poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo eje. Reconocimientos Henri Cartier-Bresson conocido mundialmente por su concepto de “momento decisivo” en la fotografía, ha recibido muchísimos premios y títulos honorarios, entre ellos destacamos:
Recopilado y escrito por Gladys Berly. |
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