Enero 2004  

EL SIMBOLISMO COMO MOVIMIENTO DE ARTE

Este movimiento se debe en gran parte a Gustave Moreau, pintor francés, maestro entre otros de Henri Matisse, Georges Rouault (Francia). Creador de un estilo reluciente, enjoyado de ilusiones de acuerdo a algunos críticos de su época. Con obras llenas de magia, misterio, resplandor, misticismo y sobre todo con un gran oficio en el uso de los materiales que inspiró no solo a los pintores de su época sino a escritores y poetas como a Proust,  Mallarmé y por supuesto a los Pre-Rafaelistas ingleses.

 Moreau fue un admirador del romanticismo, por cuyos caminos transitó por algún tiempo.  Poseedor de una gran biblioteca clásica llena de obras de la mitología incluyendo dibujos y grabados, no es difícil adivinar cierta influencia sin menoscabar su  propia cosecha. 

Los Inicios

El simbolismo aparece a mediados del siglo XIX sobre todo en aquellos países europeos que entonces combinaban dos factores: la industrialización avanzada y el predominio del catolicismo. Sin embargo la idea de forma perceptible surgió del poeta Jean Moreas, en su manifiesto de 1886 en Francia y Bélgica, países cunas de este movimiento literario.

Aquí hay que señalar que algunos escritores  de la época tenían su propia manera de escribir,  preferían evocar a la luna más que al sol o al otoño antes que a la primavera, evocar un riachuelo escondido más que un paisaje con cielos azules y esto se debía quizás a los cambios que estaban ocurriendo en el mundo y particularmente en Europa por motivo de las guerras, migraciones y otros cambios socio-políticos de la época.  Tal parece que reinaba un sentimiento de tristeza, pena, soledad e impotencia, parecían lamentarse de haber nacido en un mundo decadente o moribundo (según algunos escritos).

 Por otro lado los pintores estaban enfrentando cambios en las tendencias o movimientos artísticos.  Mientras algunos se aferraban al romanticismo, clasicismo, etc., surgían nuevos rumbos como el fauvismo o el modernismo.  En realidad había como una lucha o choque de ideas en cuanto a las tendencias “pictóricas”

 Los pintores Simbolistas evocaron en sus lienzos escenas mitológicas  y personajes muchas veces imaginarios, mientras que los Pre-Rafaelistas preferían escenas "Arturians". 

 Los artistas del movimiento Simbolista preferían expresar una idea antes que apariencias, es decir su obra estaba basada principalmente por la evocación de “sueños” que era uno de sus credos. Se podría decir que más que un movimiento era un estado de la mente.

 En Francia, de donde se originó su nombre a través de Moreas, como se expresa más arriba hubo varios exponentes como es el caso de Gauguin en su obra titulada “Virginidad Perdida” o “Estela Matutina” de Georges Rouault.

 En Inglaterra y Estados Unidos hay que mencionar primero a los Pre-Rafaelistas como es el caso de Dante Gabriel Rossetti con “Venus” o también “ Ofelia”  de John William Waterhouse.

 Además a John White Alexander  con “Isabel y la Olla de Basil”.  Muchos otro temas que se emplearon en este movimiento hacían referencias épicas o a personajes sacados de leyendas clásicas de la mitología en general, como “La Danza de Salomé”,  “Edipus enfrentando a la Esfinge”, “Orfeus” y muchos más.

 Entre algunos artistas que se acercaron bastante al Simbolismo no podemos dejar de mencionar a De Chirico, Dalí, Picasso, Kupka, Modrian, Chagall y  Kandinsky entre otros.

Recopilado y escrito por Lionel Najera

LA SERIGRAFIA

La serigrafía es un método de estampado o  impresión. Cuenta la historia que este oficio nació por el Siglo XI en el norte de la China, en la zona de Manchuria. Así como la  litografía utiliza la piedra como soporte, la xilografía la madera, el grabado el metal, etc., la serigrafía se podría denominar como impresión en cera, debido a que los primeros sablones o pantallas se hicieron de ese material.  Este sistema de impresión es muy fácil de localizar en cualquier objeto cotidiano de nuestros días. Tuvo su gran auge  a partir de la Segunda Guerra Mundial debido al cambio que provocaron los medios de difusión y, en especial, la publicidad.    La facilidad y velocidad  con que se puede reproducir una imagen y numerar la misma en cantidades infinitas  hicieron a la serigrafía un medio idóneo para la difusión masiva de mensajes publicitarios. 

Es un sistema que se basa en la noción fundamental de color y forma. Todo lo que se vaya a reproducir confiere en sí  mismo un color y una forma que  posteriormente se imprime sobre el medio que se ha elegido.  Hoy en día es normal ver la serigrafía utilizada en adhesivos, camisetas y otros soportes donde la impresión ha dejado su huella.  Lo fundamental es entender que todo es una forma y luego a esa forma se le aplica el color adecuado. Además una obra serigráfica deberá ir firmada por el propio artista y numerada una a una otorgando de esta manera un concepto real y concreto de obra personal a cada copia. 

Referente a la reproducción artística, es muy importante tener en cuenta otros factores como la numeración o interpretación de la obra.  En la historia han existido grandes artistas gráficos que han dejado su huella en la memoria de los amantes de la obra gráfica.  Mencionaré solamente a René Portocarrero y al Equipo Crónica (Manolo Valdéz).  Dos estilos y dos formas de pensar, de entender  y sentir este oficio.  La forma de Equipo Crónica (Valencia,  España)  marcó toda una época hacia  la reproducción de  una copia casi totalmente fiel de la misma por consiguiente el  resultado era impresionante en su aspecto de calidad y requería una formidable técnica.  Por otro lado, René Portocarrero, el gran cubano que adoptaba una posición más pasional ante el acto de seriar una obra de arte, tenía otro estilo.  Este otro estilo requería más capacidad interpretativa,  adecuación ante los recursos propios del original y de la obra gráfica, entendiendo este medio como una obra de arte con códigos y valores propios e inherentes al trabajo gráfico. 

La reproducción o edición de una obra pictórica, de cualquier estilo, hace posible que dicha obra adquiera un alcance mayor en su difusión, sin perder la connotación de obra de arte.   Si una obra gráfica reproduce el clima y el espíritu del original, sin perder jamás  su condición de obra gráfica, estaremos delante de una obra de arte.  Para los artistas más refinados, la obra gráfica es un medio común en la realización de su trayectoria, dado que les facilita mayor difusión, vender sus obras a precios más accesibles y además,  desde un punto de vista estrictamente artístico, les renueva considerablemente el código  básico en cualquier manifestación artística que es el concepto de forma y color.  Esto provoca una movilización en la forma de pensar y por consiguiente en la forma de realizar su trabajo posterior.  Otra posibilidad que ofrece este oficio es la flexibilidad ante los diversos  materiales a ser estampados, un mérito fácil de observar en los medios de difusión masiva inherentes a la publicidad.  Artistas como Andy Warhol han hecho de la utilización de este medio la piedra angular donde giró toda su trayectoria, donde sus imágenes fueron adquiriendo su personalísima forma de comunicación con el mundo exterior y  por consecuencia  con los consumidores de su arte.

En síntesis, la serigrafía es para algunos, una forma de impresión y reproducción de cualquier imagen común a todos nosotros en  la vida actual; para otros, una forma de ver, sentir y entender la existencia y la vida que conlleva cualquier acto.

Luis Scotti
Artista Gráfico de Uruguay