Revista electrónica del Grupo de Arte de la Asociación del Personal de la OEA - Julio 2003 |
LIBROS DE ARTE DE LA BIBLIOTECA COLON DE LA OEA |
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APUNTES DE ARTE |
RETABLO ALTAR: Muchos de nosotros más de una vez nos hemos maravillado y regocijado contemplando las hermosas esculturas, pinturas y tallas de los retablos que decoran los interiores de nuestras iglesias en medio de una oración, hincados frente a un altar o como meros turistas, sea en una iglesia de México, Quito, Ecuador o Colombia. Y es que el “legado Colonial” en cuanto a retablos se refiere, es realmente digno de admiración a todo lo largo y ancho del continente, sean estos manieristas, barrocos, clásicos o neoclásicos, no importa; siempre serán verdaderas joyas de arte al menos dentro de este género. Sin embargo poco sabemos de su origen ó por qué se implementan en la religión católica. El término retablo se deriva de las voces latinas: retro y tabula, o sea detrás de la tabla o mesa y para ser más preciso, detrás del altar. Esto es lo que realmente es un espacio decorado y preparado para actos litúrgicos, de acuerdo a la iglesia católica. Revisando el antiguo testamento encontramos en la historia de Abraham (padre de los Israelitas) de como Dios le ordena preparar un altar y sacrificar a su hijo Isaac para honrarlo y venerarlo, aunque en realidad es una prueba de fe y lealtad que Dios le hace a Abraham, pues a último momento y por intermedio de un ángel Dios detiene el sacrifico y le hace sustituir a su hijo por un cordero el cual luego es sacrificado e inmolado en nombre del señor. Tal sería posiblemente el origen del altar de sacrificio, el cual se usaría en los albores del cristianismo y posteriormente se implementaría en la religión católica, adicionándole el retablo en el cual se representaría a los santos y mártires del cristianismo y del catolicismo. Los primeros retablos aparecen en Europa y posteriormente pasarían a América con la llegada de los conquistadores. Era costumbre entre algunas familias nobles y pudientes el uso de un retablo portátil con imágenes de su devoción que llevaban de un sitio a otro en estos largos viajes. La ejecución de un retablo era y es aún un trabajo en cooperativa, pues aparte de los pintores y escultores de las piezas principales se contrataba a: carpinteros talladores, ebanistas, albañiles, doradores y por último a los ensambladores, quienes se encargaban de armar todo el conjunto. Recogemos esta información, en algunas crónicas de la colonia. Es importante mencionar aquí la participación de artesanos indígenas quienes aprendían estos oficios y en muchas ocasiones adicionaban elementos de su propia cosecha, como podemos apreciar en los elementos vegetales que acompañan este retablo, así como en muchos otros ejemplos, tal es el caso de muchas iglesias del alto y bajo Perú. En muchas ocasiones el frontispicio o fachada exterior de una iglesia repite exactamente lo que hay en el retablo principal del interior, por eso aún podemos admirar los bellos trabajos de arquitectura, estatuaria y mampostería que existen en ellas. Pero volviendo al retablo interior debo decir que no se trata de uno solo, generalmente existen varios dentro del interior con o sin altar (mesa de sacrificio), el cual está dedicado a santos menores por así decirlo, pero no por ello menos bellos. Lo que hay detrás del altar es toda una simbología religiosa, supuestamente estos representan principalmente determinadas ordenes o congregaciones religiosas: llámense Franciscanos, Mercedarios, Dominicos, Agustinos, etc. En la mayoría de estos retablos se representa un conjunto de pinturas o esculturas alusivas a determinados santos o pasajes bíblicos confiriéndole un sitial de honor a la figura principal tal es el caso de este retablo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús (Sta. Clara Colombia). Tenemos claros ejemplos de como en algunas poblaciones toman el nombre del patrono que aparece en el sitial de honor de los retablos. Otras veces los retablos están consagrados a personajes o figuras muy veneradas como: La Inmaculada Concepción, Virgen de Guadalupe (México), El Cristo de Esquipulas (Guatemala), Virgen de Copacabana (Bolivia) y muchas otras. Los retablos sin importar su estilo siempre se dividen en: zócalo, calles, entrecalles y cúspide o remate final. Si no hay tema especifico de representación, generalmente en el primer nivel irían: los doctores de la Iglesia San Jerónimo, San Ambrosio, San Agustín y San Gregorio, luego en el segundo nivel algunos fundadores, como San Francisco ó Santo Domingo de Guzmán, entre otros. En el tercer nivel podrían ir santos menores o santos mártires, como San Sebastian, San Lorenzo, etc., los cuales son más identificables, pues a menudo llevan el atributo de su tormento, así como una palma. Por ultimo en la cúspide podría estar Jesús crucificado, el Padre Eterno o el santo principal de la población. Independientemente de los temas y santos, los retablos están bellamente decorados con ángeles, querubes, querubines y muchos elementos mas de acuerdo a cada estilo o época. Los neoclásicos son sobrios en su tratamiento mientras los manieristas y barrocos son muy ricos en su decoración y encontramos ejemplos de estos últimos en Tepozotlan, México; en San Francisco, Antigua Guatemala; en San Francisco en Quito, en Santa Clara Colombia y muchos sitios más.
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Recopilado por Lionel Najera |
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