Revista electrónica del Grupo de Arte de la Asociación del Personal de la OEA - Junio 2003

PARAGONE – PARANGON:

Un antiguo debate que tuvo resonancia en el renacimiento, y que persistió por algún tiempo, involucró a dos de los mas grandes genios en la historia del arte. Por un lado Leonardo Da Vinci  (1452-1519) y por otro Miguel Angel Buonarroti  (1475-11564) ambos precursores del “Alto Renacimiento.”

De Leonardo se especula que nació en una estancia de Anchiano, cerca de Vinci en Florencia Italia, hijo ilegitimo de una campesina de nombre Catarina con un notario llamado Ser Piero.  Quien por cierto se caso en dos ocasiones. Ser Piero se mueve a Florencia en donde pone al joven Leonardo de aprendiz bajo la tutela del artista Andrea Verrocchio,  quien era un conocido joyero y más tarde pintor y escultor.  Fue aquí que Leonardo empezó su aprendizaje principalmente en las técnicas  de escultura en metales como el bronce, la cera perdida, además la pintura al óleo, la tempera y mas adelante el fresco, llegando a superar al propio Verrocchio con su increíble habilidad e ingenio.

Leonardo era un hombre muy curioso e inquieto,  por eso mas tarde incursionaría en otras disciplinas como la arquitectura, la ingeniería militar, la geometría y la botánica, además de ser un gran inventor, propuso un modelo de avión, de tanque e incluso se imagino un hombre en las profundidades del mar (buzo),  adelantándose en su tiempo por sus conceptos un tanto futuristas.

Miguel Angel nace en Caprese, Tuscano en 1475.  Fue discípulo de Ghirlandaio ó Ghirlandajo, seudónimo que adoptó Doménico Di Tommaso Bigordi, otro gran pintor y escultor de la época, que por cierto recibió mucha influencia de Verrocchio.

Miguel Angel también estuvo bajo la tutela de otro grande: Donattello entre otros y también como Leonardo, era muy prolífico de allí que dominara tantas disciplinas. Aparte del dibujo, arquitectura, pintura y escultura también escribía poesía.

EL ENCUENTRO

Entre 1503 y 1506  se encuentran por primera vez en Florencia y es aquí donde nace la rivalidad , cuando el  gobierno Florentino les encomienda la decoración con murales en el interior del “Palazzo Vecchio” en la Cámara del Consejo en la cual debían plasmar las famosas batallas de Anghiari y de Cascina las cuales quedaron inconclusas por una serie de desavenencias y por una mala aplicación de la técnica empleada por Leonardo quien estaba experimentando con la “Encáustica” (cera pigmentada) cuya experiencia recogemos en escritos del propio artista.

En esa época Leonardo contaba ya con cincuenta años y tenia una sólida reputación y fama con muchos laureles en su haber, mientras que el joven Miguel Angel empezaba a forjarse un nombre a la sombra de sus maestros.  Para completar el cuadro aparece en escena otro grande nada más y nada menos que Rafael Di Urbino quien entonces contaba con veintiún años. Juntos estos tres personajes cambiarían el curso de la artes.

Rafael por supuesto recibió sus mejores lecciones de estos dos grandes maestros, cabe aclarar que debido a su naturaleza de “gentil’hombre,”nunca intervino en la polémica rivalidad  de sus mentores.

Nos cuenta Vasari (artista y biógrafo italiano) que los argumentos incluso sucedían en las calles, en que los artistas se enfrascaban en polémicas y agrias discusiones sobre cual de las disciplinas era la mejor y hasta el público participaba, pues en esos días era comprensible tal rivalidad como parte de la profesión.

Leonardo decía de la escultura que era un trabajo meramente mecánico, sin sus partes naturales y que adolecía de intelecto comparado con la pintura (no olvidemos la expresión de la Monalisa)  Incluso alguna vez agregó que: el esculpir hacía sudar al escultor de manera que terminaba con el rostro lleno de polvo del mármol, que mas que escultor parecía panadero.  Sin embargo reconocía las virtudes de la escultura al resistir el paso del tiempo.

Mientras Leonardo prefería la pintura Miguel Angel lo hacia con la escultura y a decir verdad las obras de arte que este artista esculpió asombro  a sus propios coterráneos fue tal el grado de perfección anatómica que logro que las comparaban con semidioses a tal punto que a el mismo lo creían un Dios de allí el apelativo de: Michelangelo “Il Divino” se sabe que Michelangelo prefería la escultura sobre la pintura o escultura y en particular la escultura sobre mármol en sus palabra más dócil, más sublime.

A decir verdad de ese debate o parangón, hasta nuestros días no existe un consenso claro o preciso al respecto, pues lo que es bello ó bueno para uno, puede no serlo para muchos otros aún más, la perfección idealismos o expresiones para un orden político, religioso FORMU, grupo o país puede no ser igual o aceptado  para muchos otros.

No existe una verdad universal o absoluta sobre cual es la mejor formula, forma, estilo o medio aplicada al arte en general.

¿Podríamos acaso  proclamar o asegurar sobre determinada herramienta técnica o medio como la mejor de todas?  ¿La más fina, la más virtuosa?  Es acaso la pintura al óleo aplicada a la espátula o pinceles mejor que un pastel restregado con los dedos hoy por hoy no hay lugar para tal debate venga de un estudio galería o de un gran museo.

El uso apropiado de una técnica medio o formula depende de la habilidad conocimiento, objetivos y manera de expresarse de un artista, para lograr una obra de arte como tal.

 Esto es lo que lo hace diferente a los demás,  sin tomar en cuenta la habilidad artística o el nivel de conocimiento de un niño de cinco años este puede y sabe rayar un papel en blanco con su crayola dando forma y color a su antojo creando para si su mundo imaginario el cual puede o no gustar a otros niños de su edad, de la misma manera de que Pollock  hacia gotear pigmentos con varitas de madera sobre un lienzo tirado en el piso incluso agujereando los pomos de pintura para luego esparramarlos sobre las telas y lograr efectos insospechados en sus ya famosas obras de arte y que decir de artistas que aprovechan los motores de avión al momento de propulsión para vertir pigmentos sobre una tela acondicionada para tal efecto.

Actualmente existe tal diversidad de materiales medios y técnicas que no hay limite, podemos crear arte con una brocha de aire (air brush) con una escoba con basura (como las fotografías de Vick Muñis)  con la computadora o para ser más preciso con trabajos digitalizados.

A decir verdad estamos acostumbrados o familiarizados con obras de arte que nos han inculcado en nuestra educación (generalmente de la época clásica) que vemos las obras de hoy con cierto desdén como si fuésemos doctos en la materia y muy raras veces vemos en  ellas algún vestigio de genialidad.  Mientras existan el mundo del arte Leonardos, Michelangelos, o Picasos, debemos considerar que no existen limites o barreras en cuanto a expresión artística y si tan solo el tiempo hace la diferencia, pues dejemos que el tiempo nos lo diga.

Aquellas cosas que requieren un doble esfuerzo para entender aun mas del que nosotros mismos podemos dar , a menudo contribuyen para hacernos crecer como individuos y como artistas.

Recopilado por Lionel Najera