Febrero 2004  

 LIBROS DE ARTE DE LA BIBLIOTECA COLON DE LA OEA

Popular Paintings from Haiti,
Arts Council of Great Britain, 1969


Many of the artists represented in this catalogue of the exhibition “Popular Paintings from Haiti” are descendants of the slaves brought from Dahomey on the west coast of Africa several centuries ago.   The Haitian population is in fact about ninety-five per cent Negro and nearly all these artists come from communities where African traditions survive to the western influences.

In 1944, an American painter, DeWitt Peters opened the Centre d’Art. a school for the amateur artists, in Port-au-Prince.  He also opened a gallery at the Centre where students could show and sell their art.

 


Gloria Gangotena

Gloria Gangotena nace en Quito, el 13 de  junio de 1950, y estudia sucesivamente en el colegio de las Mercedarias, St. Elizabeth academy en St. Louis , MO. USA., y se gradúa en el American Junior Collage.  Regresa al país en el 89, rodeada de su propio paisaje siente la atracción de la pintura.  Consciente de la necesidad de aprender sus propias técnicas, asiste a los cursos del maestro Cesar Tacco y de Fernando Santos, para seguir después los de Jorge Perugachy.  Cada cual a su turno, la ayuda a penetrar en los secretos de la plástica, y en el 1989 participa en una colectiva, en la Academia de Arte de Cesar Tacco.

“Gloria pinta lo que es muy suyo:  el paisaje en espacios transfigurados, como manifiestos emocionales; cuadros apacibles, de un lirismo bucólico que descubre lo que se le oculta al ojo común y revela un disciplinado ordenamiento de las ideas.    Con el virtuosismo que da el oficio ligado a la vocación, la pintora hace transcripciones del espectáculo que le ofrece su entorno, generalmente mas allá de los limites urbanos.  Le interesa, de entrada poner a la vista del espectador los valores estéticos del motivo, sin obligarle a descifrar los contenidos.”


 Recopilado por José Bustillos

 

 APUNTES DE ARTE

EL ARTE COMO INVERSION

            Muchas personas que logran tener algunos ahorros, después de cumplir con sus gastos principales, al final de cada mes aun les queda una menor o mayor cantidad (a veces con algún sacrificio) que van acumulando en  alguna cuenta con algún interés, buscan un medio inversor que además de proporcionarles un mejor rendimiento, excluya el riesgo de la progresiva desvalorización del dinero que por lo general supera al interés anual que perciben, salvo ciertas excepciones.

            Pero ¿cómo y en qué invertir? Actualmente existen muchas maneras de invertir y estoy seguro que muchos de nuestros lectores están ya recibiendo los beneficios y dividendos de una buena inversión en cualquiera que haya sido su aventura bursátil.

            Sin ir tan lejos los bienes inmuebles son un buen ejemplo de inversión a corto o largo plazo. Caso contrario cuando se trata de la compra  (a veces innecesaria) de enseres domésticos o medio de transportación  que como sabemos casi siempre incurre en la pérdida monetaria de su valor principal por el uso y la devaluación del artículo y si a eso agregamos que casi siempre pagamos más de lo debido por los consabidos intereses de los bancos o compañías de autos, dicha pérdida se acrecienta.

            De todos es sabido que en los últimos años, y si se quiere de forma inesperada, hubo mucha gente que perdió grandes sumas de dinero no por una mala inversión sino por los acontecimientos de todos conocidos. Luego hay otro tipo de enseres que podrían o no ser una inversión con algún potencial y me estoy refiriendo a  los bienes móviles como muebles, objetos antiguos, tapices, joyas, etc.  Los primeros por tener un volumen excesivo que requieren de espacio y también de poseer cierta experiencia  y conocimiento para no dejarse engañar con mistificaciones o ejemplares con escaso o ningún valor.

            A los cuadros o pinturas originales no se les oponen estos rasgos negativos, ni son prendas que están reservadas a los potenciados o privilegiados de la fortuna, ya que pueden ser adquiridos hasta  por los “económicamente débiles” con cantidades relativamente pequeñas, siempre será posible comprar obras de artistas ya consagrados o de artistas emergentes con futuro potencial que progresivamente irán remontando en precio.

            Un humilde trabajador de escasos recursos, pero que gustaba del arte logró con pocos ahorros y algunas privaciones hacerse de una gran colección de arte que actualmente vale varios millones de dólares. Este carpintero a quien llamaremos Pedro, cuenta que se paseaba por una callejuela de alguna ciudad de Europa, cuando al pasar frente a una vitrina de una galería se le ocurrió entrar para curiosear tras ver embobado un gouache de Antoni Clavé (pintor Catalán) que fuera uno de los maestros de la escuela parisina. La pintura representaba una versión atrevida de una mujer española interpretada con una gama fría y monocorde.  El Galerista se acercó a Pedro y le preguntó si le interesaba la obra, a lo que le respondió que sí, pero que no estaba en condiciones de adquirirla  porque era un modesto carpintero.  Esta humilde declaración no fue obstáculo para que Pedro saliese con la obra bajo el brazo, el galerista  aceptó dejárselo a pagar en módicos plazos.

            Desde entonces y ya despierto su apetito por la pintura moderna, continuó visitando galerías dejando en ellas el producto de cuanto ahorraba y en muchas ocasiones no escatimaba privarse de algunas cosas con tal de adquirir tal o cual pieza.

Cómo y qué comprar

            Muchos coleccionistas están convencidos de que es mejor comprar directamente a los artistas, sin embargo las mejores colecciones se han formado comprando las obras en galerías y sobre todo en aquellas de prestigio.  Es posible que algunos de estos galeristas o marchantes se dejen llevar por la especulación, pero es de manera ocasional, pues ellos ya saben que al cliente más o menos asiduo no se le puede engañar ni timar. Hay que observar que algunos coleccionistas que podríamos llamar “analfabetos” (del arte) muestran con cierto orgullo obras que han reunido de pintores académicos, pero lo que hacen es mostrar  su fracaso en el orden financiero pues dichas obras al paso del tiempo solo tienen el pequeño valor de los marcos, puesto que el de los lienzos pintados es nulo.

            El buen arte es una moneda internacional; los valores espirituales siempre seguros y sólidos no tienen las fluctuaciones ni variaciones  del oro, o de las joyas o piedras preciosas, tampoco las depreciaciones que sufren las obligaciones, títulos, cédulas, inmuebles o terrenos.

            Un cuadro de la escuela moderna (por citar un ejemplo) que se haya adquirido en $500.00 dólares hace 10 años, hoy posiblemente podría sobrepasar  los $5,000.00 dólares y aun me quedo corto.  Por otro lado hay que tomar en consideración que independientemente de la escuela corriente o nacionalidad de los artistas los hay que gozan de ciertas ventajas como lo es el tener aceptación, buena representación y un poco de fortuna lo cual los hace ascender a zancadas o a pasos agigantados, mientras que otros tienen que esperar un poco más, antes de ser reconocidos y por ende que su obra trascienda.

Criterio técnico 

            Si para comprender un idioma es necesario conocer los rudimentos de su gramática, es lógico que para comprender la pintura se tenga que aprender un mínimo de su justificación, evolución y tendencias, los fundamentos de su estructura y los diversos procedimientos o medios técnicos de que el artista se vale para dar vida a la idea creadora.

            Para no complicar y puesto que no se pretende esbozar  “toda” la historia de la pintura, baste decir que existen actualmente miles de medios de difusión de la artes ya sea por publicaciones especializadas, libros o sencillamente por Internet y aquí cada quien escogerá de acuerdo a su predilección.

            A nuestros estimados lectores les aconsejo que cuando tengan oportunidad de adquirir obras originales,  lo piensen bien antes de invertir,  pues aquello de que la “comida entra por los ojos”  no es siempre cierto,  sobre todo en cuestiones de arte, es mejor comprar un grabado original antes que un afiche o “poster”, aunque nos cueste un poco más, a la larga vale la pena. Además si tienen oportunidad de viajar se darán cuenta que ciertas obras son más cómodas en los países de residencia de los artista que en el exterior de esta manera la inversión se cuantifica. También no hay que hacerlo de manera indiscriminada, pues debe existir cierto gusto y placer por la obra, al final de cuentas la vamos a colgar y disfrutar por algún tiempo en algún espacio de nuestra casa.

            Actualmente existe una variedad de galerías alrededor del mundo, las hay para todos los gustos y bolsillos pero citaré dos grandes compañías como lo son Christie’s y Sotheby’s quienes frecuentemente rematan arte de todo tipo; dos y tres veces al año rematan arte latinoamericano el cual se puede adquirir vía telefónica o por Internet.

            Finalmente creo que el coleccionar arte es y será siempre una buena inversión.


Recopilado y escrito por Lionel Najera


 

 

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